Aprendiendo a superar la muerte de mi perro

como superar la muerte de mi perro

Te comparto mi historia y como estoy aprendiendo a superar la muerte de mi perro

Nunca imagine este dolor. El dolor de la pérdida de mi mejor amigo – mi perrito Maxi.

Nuestro maravilloso Maxi falleció, de un tumor cancerígeno en su corazón. Había recién cumplido 13 años el 13 de Abril de 2017. Maxi llegó a mi vida cuando el solo tenía 2 meses de nacido. Nunca antes había tenido a un perro, y esta vez, eso es en lo único que puedo pensar.

pet lossQuería a un amigo, alguien que me hiciera compañía y que estuviese ahí para mí. Yo no sabía, que él era un ángel enviado para acompañarme en lo que serían los peores días de mi vida así como también los más felices.

Maxi, tenía una personalidad única, todo el que lo conocía se enamoraba de él. Simplemente tenía una personalidad como ninguna otra. A pesar de que, no era un gran fan de los niños (él mordió a alguno, si no todos – como la bienvenida a su manada) los niños lo amaban por completo.

Ellos regresaban de la escuela, y se peleaban entre ellos para ver quién sería el afortunado de darle a Maxi su tan esperado premio. Todos los días les ladraba hasta que alguno le prestara atención. Después, los hacía seguirlos y Maxi los llevaba hasta el gabinete al lado de la ventana en la cocina donde yo guardaba sus premios. Los niños se emocionaban mucho, y le decían “sentado” “dame la pata” “la otra pata” para luego entregarle el premio. Era un momento de felicidad en la casa para todos nosotros.

La vida es un ciclo y todo debe seguir su propio curso

Desafortunadamente, mientras él se iba poniendo más viejo, sabía que nuestro tiempo juntos estaba llegando a su final. Después de todo, la esperanza de vida de los Boston Terriers varía entre 10 y 13 años. Quiero decir, el acababa de cumplir 13 años, así que sabía que estaba cerca… Estaba parcialmente ciego, sus rodillas no estaban tan buenas como cuando era pequeño. Tenía que recogerlo cada vez que bajábamos las escaleras, o cargarlo cuando necesitaba subir o bajarse del carro.

Notaba que se fatigaba con cada caminata. Dejó de ser tan activo y prefería relajarse en su cama. Mi mama – que es una enfermera, me lo mencionó. Me encogí de hombros y le dije “por supuesto que se fatiga, ¡está viejo!”. Los días pasaron y su fatiga se iba empeorando, así que cuando Marzo llegó y le tocaba vacunarse contra la rabia, lo llevé al veterinario y le mencioné sobre su fatiga. Ese fue el principio del final…

pet loss story cancerEl veterinario hizo algunas pruebas y me dijo que creía que el perro tenía arritmia. Una discrepancia en el latido del corazón del perro. Ella dijo, que esa era la causa de su fatiga, pero que eso significaba que había otra causa detrás que teníamos que descubrir y cuidar. Ella me refirió a un cardiólogo de mascotas. Yo ni siquiera sabía que algo así existía.

El costo para solamente obtener su diagnóstico fue alto (en este momento, ¡desearía haber mantenido su seguro de perros!). Busqué veterinarios por todo el estado de Florida, y me decidí por uno recomendado por un amigo. Ellos podrían atenderme el martes pero tenía que esperar. Estaba a una hora de distancia, pero valía la pena.

¿Puedes estar preparado para decir adiós?

Mientras esperaba por la cita, recuerdo que lloraba durante el día, en la noche, mientras hablaba con amigos, familiares, en la ducha, en el carro, mientras estaba sola. Sabía que el final había llegado pero no estaba preparada emocionalmente. No estaba lista para dejarlo ir. Él fue mi cobija de seguridad por 13 años.

Él estuvo conmigo durante la universidad y mi amor universitario, cuando vivía por mi cuenta, durante mi divorcio, cuando encontré mi primer trabajo real, cuando encontré mi alma gemela, casarme de nuevo y construir una familia con mi hijastro. Maxi estuvo ahí para todo, y no podía creer como seguiría adelante sin él.

Pero no podía ser egoísta, sabía que si él tenía algo malo, y estaba sintiendo dolor, tenía que hacer algo al respecto, tenía que estar ahí para él y hacer lo mejor para el sin importar cuanto quería que no fuese cierto.

La visita con el veterinario fue buena; quiero decir, yo fui con la expectativa de que el veterinario me diría que tenía que ponerlo a dormir.

Pero el veterinario fue positivo, él dijo que el cáncer de Maxi estaba en el corazón y que no había nada que pudiéramos hacer. Todo lo que podíamos hacer era darle sus medicamentos para ayudarlo con su fatiga producida por la hipertensión pulmonar que le producía el cáncer. Después, solo esperar que el cáncer hiciera su trabajo… En ese momento, Maxi se desmayaría y no sentiría nada. No había necesidad de dormirlo. Me sentí bien al saber que no sentía dolor y que no sentiría dolor cuando el tiempo llegara.

Infórmate y prepárate

Leí online, leí el medicamento que él le dio – viagra fue uno de ellos – nos reímos un poco de eso! Pero el internet y todo lo que leía decía, que si la medicina funcionaba por una semana, tendríamos al menos unos 6-8 meses de vida, si no funcionaba, entonces prepárate para decir adiós.

Día uno, él estuvo bien y respiraba calmadamente.

Día dos, me preguntaba si lo encontraría vivo… Gracias a Dios! Lo estaba… Me despertaba todos los días diciéndole “gracias Maxi por darme otro día”.

Pero su respiración fue empeorando, una vez que la semana pasó, su respiración era bastante pesada. De nuevo, mi madre la enfermera dijo, Ale algo anda mal, él está utilizando sus músculos abdominales para respirar y cuando eso pasa en humanos es porque algo anda mal.

Ese domingo, Maxi y yo no dormimos, él no conseguía ponerse cómodo, no podía recostarse, estaba cansado. Lo podía sentir. Estaba exhausto de respirar así y no había nada que yo pudiera hacer. Lloré con él, llamé a la línea 24/7 de emergencia veterinaria, pero nada ayudó. La mañana llegó y las cosas no mejoraron.

 El final estaba aquí

Maxi duró casi una semana después de la visita al cardiólogo. Nuestras opciones eran, o dura menos de una semana o si pasa la semana continuar con el tratamiento para tener unas semanas más con él. Nosotros fuimos al veterinario el martes y el próximo lunes cuando estábamos solos (solo Maxi y yo) el falleció. Solo estaba a un día de completar la semana.

Falleció en mis brazos. Y fue el sentimiento más doloroso que he sentido. Nunca he perdido a nadie, no recuerdo muy bien la muerte de mis abuelos cuando todavía estaba pequeña, así que esto, esta pérdida, alguien cercano a mí, mi alma perruna me estaba dejando. Justo al frente de mis ojos. El seguía jadeando buscando aire, y eso era tan difícil de presenciar. Todo lo que quería era un día más. Un día más con él. Pero sabía que no quería que el sufriera, sabía que su tiempo había terminado y Dios lo estaba llamando para que volviera con él.

Nunca pensé que se sentiría de esta manera

Siempre imaginé que cuando esto ocurriera, sería capaz de hablar calmadamente con él, decirle cuanto lo quería y recordar algunos buenos recuerdos que tuvimos juntos. ¿Recuerdas cuando mordiste mis tacones negros altos? ¿O cuando decidiste destrozar lo que había en la basura por todo el pasillo? ¿Y cuánto te gustaba perseguir patos? Pero en realidad, eso no pasó así. Todo lo que pude decir (en realidad gritar) fue su nombre.

Estoy segura de que él estaba diciendo “Ale, ¿es en serio? Yo sé cuál es mi nombre” pero eso era todo lo que podía hacer… recostarme con él y gritar, luego recordé decirle que lo amaba y eso fue lo que hice. Y le dije mientras lo acariciaba que se fuera. Que estaba bien. Que yo estaría bien. En ese momento, me di cuenta que dejó de respirar, puse mi mano en su corazón y éste ya no latía. Salió sangre de su nariz y supe que se había ido.

 No podía moverme. No quería dejarlo. No podía creer que se había ido.

pet loss storyMi vecina se acercó, lo cubrió con una sábana que yo había hecho cuando aprendí a coser. Era un perro especial, se merecía mi sábana especial.

Mi mamá vino. Mi esposo vino, él se fue a penas le dije que Maxi estaba muriendo. Cargó a Maxi hasta su carro y fuimos a la sociedad humana para dejarlo ahí.

Siempre hay un camino a la sanación

Siempre solía decirle a mi esposo y a mi hijastro que se prepararan para la muerte de Maxi porque yo estaría acostada debajo de las sábanas por días y no saldría de ahí. Que se alimentaran ellos mismos porque yo estaría completamente deprimida y devastada.

Para mi sorpresa, soy mucho más fuerte que eso. No tuve tiempo para hacer eso, y tampoco lo quería. En vez de eso, me di cuenta de que estaba triste pero igual era capaz de socializar haciendo lo que tenía que hacer durante el día.

“Cuando buscaba una mano encontre tu pata”

Necesitaba materializar su pérdida. No pedimos sus cenizas, no me atrevía a tenerlas. Sería muy duro, muy triste, muy doloroso.

En vez de eso, decidí sanar y hacerle frente de la mejor manera que podía, hice arte.

Maxi fue una luz en mi vida y lo extraño todos los días. Lo veo en sueños y lo extraño cada vez que veo fotos y pinturas de arte que hice de él.

La pérdida de mascotas viene con algunas enseñanzas, y quiero compartirla con ustedes.

Lo que aprendí al perder a mi perro

1. Vive cada día al máximo

Maxi no tenía planes para el siguiente día, o la siguiente semana, o dentro de unas horas. Él vivía en el AHORA.

Quiero un premio ahora.

Quiero salir ahora.

Soy feliz ahora.

Así que para él, al morir, no perdió los planes que tenía, él vivió su vida al máximo y disfruto cada momento como lo que era. Un regalo.

2. La vida es el total de un montón de pequeñas cosas

Mirando atrás a momentos que extraño con Maxi, las pequeñas cosas de la vida es lo que me viene a la mente. No hay hitos, hay recuerdos de pequeños momentos de la vida. Las cosas mundanas, como cuando solía dormir en la parte de arriba del sofá junto a la ventana.

Como solía sentir que se acercaba la hora en la que yo volvía del trabajo y se quedaba mirando a la ventana esperándome. ¡Sus ronquidos! Como mi suegra pensaba que nuestro compañero de habitación todavía estaba en la casa a las 11am, y en realidad el ronquido era de Maxi.

Nuestras vidas son las mismas. Hay tantas pequeños, felices momentos en el día a día en nuestras vidas de las que podemos tomar nota y disfrutar. La vida es la combinación de un montón de pequeños momentos, que debemos salvarlos y disfrutar cada oportunidad que tengamos.

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3. Documenta la vida

Lo primero que quise hacer cuando Maxi murió era ver todas las fotos que tenía de él. Compartí fotos con mi familia, amigos, me regocijé al verlas.

Reviví esos momentos.

Las personas me enviaban fotos que tenían de él, y aprecio esas fotos inmensamente. También encontré algunos videos. Cuando destrozó la nueva bolsa de rollos de papel higiénico por toda mi habitación. Cuando persiguió los patos alrededor del lago

– deseo haber tenido más videos.

Toma fotos, graba videos. Aun cuando pienses que no tiene sentido o que no luces bien, a quién le importa… ¡Hazlo! Van directo al corazón.

Esas fotos y videos capturan un pequeño momento en la vida pero cuando mires atrás sentirás que te transportas a ese momento.

4. Se agradecido

Constantemente miramos lo que no tenemos, lo que nos falta, lo que podría ser mejor. Piensa lo que es. Estoy agradecida de que Maxi siempre tuvo una maravillosa vida sana hasta el último momento (menos las últimas dos semanas) pero tuvo una buena vida.

Estoy agradecida de que me encontró y me mantuvo acompañada cuando más lo necesitaba.

Estoy agradecida de haber tenido la oportunidad de saber lo que era el amor de un perro. Algunas personas nunca lo tendrán. Estoy agradecida de que Maxi trajo emoción a la vida de otras personas. Que tuvieron su propia relación con él y que llenó sus almas. Se agradecida con lo que tienes. Toma nota y reconócelo.

5. La realidad a veces es difícil de ver

No le presté atención a una gran cantidad de señales de advertencia. No es que pienso que hubiesen hecho diferencia en el resultado pero escucha las señales. No le temas a los doctores y a lo que tienen que decir. Tenía miedo de llevar a Maxi al veterinario, no quería oír malas noticias. Pensaba que si podía ignorarlo podía fingir que nada pasaba. Tenía tantas preguntas, que no sabía que hacer.

Le mencioné esto a otras personas y todas me dijeron que lo llevara, para descubrirlo y que fuese fuerte por él. Que este momento, era mi turno de estar ahí para él como él lo ha estado para mí. No lo podía defraudar. Necesitaba sentir que estaba haciendo todo en mi poder para ayudarlo. Todo el tiempo hasta el final.

No evites la realidad, a veces oímos cosas que no queremos oír. Preferimos ignorarlas y pretender que todo está bien cuando no es así. Toma a la vida por los cuernos, tú eres más fuerte de lo que crees. Puedes superar todo lo que la vida te tira. Tú puedes hacerlo.

6. Todo el mundo reacciona diferente a las pérdidas

Como yo nunca antes había sentido esta clase de pérdida, no sabía que esperar. No sabía cómo se suponía que tenía que actuar. ¿Cómo alguien amanece? Compré un libro de Amazon. Me ayudaría a sobrepasar mis sentimientos y dice que te da consejos de como amanecer.

Lo que aprendí, es que todos somos diferentes. Tu corazón te dirá lo que necesita.

healing pet loss through artMi corazón me dijo que hiciera arte, que usara sus imágenes e hiciera pinturas hermosas. Así que, eso hice. Me sentía tonta.

¿Qué iba a hacer con todas esas pinturas de él? ¿Dónde pondría todas esas pinturas de él después de todo? Pero igual lo hice…

Y las guindé en la pared – los niños la llaman “la pared de la fama” y ellos también añadieron sus propios dibujos. Todos estábamos procesando su pérdida de nuestra manera.

Cuando la tristeza viene, así sea por una pérdida o por otra situación, está bien procesarlo a tu propia manera.

Solo asegúrate de que sea sana… Evita tomar y fumar y todo eso… (te diré un secreto, sí pensé en hacer todo eso, pero sabía que no podía, sabía que eso no iba a ayudar, así que tenía que encontrar otras maneras de curar mi alma y ayudar a mi corazón) así que el arte y la pintura me ayudaron. Hasta creé una pulsera de pérdida de mascotas que la uso todos los días.

Llevo la memoria de Maxi conmigo todos los días. Necesitaba materializar su pérdida, necesitaba llevar algo que lo representara. No lo podía sostener más así que hice lo mejor para mí y no hay nada de malo o loco en eso.

7. El miedo es poderoso pero le puedes ganar

Tengo miedo de sentirme así de nuevo. Lola, mi otra perrita, se hizo un rasguño en la cabeza y estaba sangrando y yo entré completamente en pánico y hasta verifiqué si estaba respirando. No te me mueras Lola, decía yo. Me di cuenta de que le tengo miedo a las pérdidas.

Amo a los perros, antes de que Maxi muriera, podría adoptar a cualquier perro en el mundo si pudiera. Ahora, tengo miedo de abrir de nuevo mi corazón. Tengo miedo de traer a otro perro a la casa. Le dije a mi esposo, tienes suerte de que tenemos a Lola, porque si no fuese así nos hubiésemos convertido en un hogar de no-perros.

Sé que este es un sentimiento temporal, sé que voy a tener más perros eventualmente. Pero también sé que tengo que dejar que mi corazón sane y la felicidad vendrá de nuevo.

Reconoce cuando sientas miedo, pero no la entretengas. Reconoce lo que estás sintiendo y empújalo a un lado. El miedo no suele quedarse. El miedo no le pertenece a tu vida y no la arruinará. Cuando te das cuenta de que tu vida está siendo regida por el miedo, necesitas levantarte y hacerte cargo de tu propia vida.

Si estas atravesando la pérdida de una mascota, estás en duelo y triste, te envío un abrazo. No sabía lo que era el dolor hasta que sentí esta pérdida y estoy aquí para ti. Aquí para decirte que todo mejorará, aquí para decirte que tienes permitido llorar, de gritar y preguntar por qué. Alimenta tu alma a tu manera.

Sabes lo que necesitas.

Solo siéntate y escucha.

Tu corazón te lo dirá.

Esto es un proceso y a unos les toma más tiempo que a otros. El sentimiento de tristeza no durará para siempre y pronto cuando pienses en tu perro, ya no te sentirás triste. El sentimiento será reemplazado con uno de amor, de felicidad y la alegría que él te regaló. Te sentirás afortunado de haber sido elegido para tenerlo en tu vida.